Click
Ser fotógrafo de viajes es aprender a estar preparado para el fracaso y en esa misma línea del fracaso es aprender también a recibirlo con una sonrisa, si se quiere agregarle poesía a la ecuación.
Ser fotógrafo de viajes es aprender a estar preparado para el fracaso y en esa misma línea del fracaso es aprender también a recibirlo con una sonrisa, si se quiere agregarle poesía a la ecuación.
Por: Alejandro Mejía Restrepo Así me lo contaron y así lo recuerdo: en medio del bosque, entre sonoras carcajadas y algunos secretos, andaban de picnic Caperucita Roja y el Lobo Feroz. TieneLeer más…
Me costó creer lo que me decían: la diferencia es simple, una raya. Ya lo dije, soy indeciso, así que entre una raya y un punto parecía que no se marcaba mucho la distancia entre decir si o decir sí. Pero fue el tiempo y el lanzamiento al vacío lo que hizo visible aquel abismo.